LA FAMILIA BAUSER
NOTAS SOBRE EL PARAJE CILLEY
ACLARACIÓN: Esta biografía no busca ser una investigación genealógica completa ni detallada. Más bien, intenta ofrecer un pantallazo general sobre el origen de los vecinos que formaron parte de la vida cotidiana del barrio durante el siglo XX: de dónde venían, qué familiares tenían (aclaro nuevamente que no es un relevamiento exhaustivo), qué hicieron y dónde vivieron. También tiene la intención de servir como punto de partida para quienes deseen seguir profundizando, ya sea por interés en la genealogía o por ser descendientes de esta familia.
Familia Bauser[i]
José María Bauser y su familia fueron parte del Paraje Cilley. Su apellido fue portado por vecinos de esta zona rural de Adolfo Alsina desde principios de los años ’30 hasta finales del Siglo XX. Por tal motivo, desandaremos un poco sobre la historia de dicha familia.
Apellido de origen ruso, su antepasado más antiguo del que se tiene registro es el de Georg Heinrich[ii] Bauser.
Éste era oriundo de la localidad de Hölzel, Gobernación de Samara en el Imperio Ruso y había nacido aproximadamente en 1857. Se casó en 1877 con Margaretha Klok, nacida en la misma localidad aproximadamente en el año 1860. Al poco tiempo de casarse emigraron hacia Argentina (entre el ’77 y el ‘78, ya que en este último año tienen a su primera hija, nacida en nuestro país). Se asentaron en el partido bonaerense de Olavarría, específicamente en la localidad de Colonia Hinojo. Aquí, según censo de 1895, adquirieron campo (sección chacras del partido de Olavarría) dedicándose a la hacienda. Sus 11 hijos (6 mujeres y 5 varones), nacieron en este rincón bonaerense. Entre los varones se encontraba Juan Fernando Bauser, nacido allí en 1882/4.
Juan Fernando se casó (no puedo precisar ni lugar ni año) con Paulina Bähr, nacida el 13 de abril de 1887, en Kamenka (Imperio Ruso), siendo sus padres, Jacob Bähr y Catalina Klein.
De acuerdo a los datos sobre el nacimiento de sus hijos podemos saber, de manera general, por donde anduvieron:
Primeramente, se instalaron en Villa iris, Partido de Puan donde nacieron al menos 3 hijos: Juan (6 de junio de 1908); José María (20 de noviembre de 1910); Catalina (1912).
Luego, entre 1912 y principios de 1914, emigraron a Chillar (Partido de Azul) donde nacieron: María, el 15 de marzo de ese año; Ignacio Isidoro, en 1916; Teresa, un 20 de marzo de 1917; y Paulina, 13 de febrero de 1919.
Luego emigraron definitivamente hacia la zona rural del Partido de Adolfo Alsina cuando nació su octavo hijo, Pedro nacido un 22 de marzo de 1922[iii]. Luego nacerían:
- Alejandro en 1924
- Angelina en 1930
- Manuel (conocido como Lito)
- Anastasia
- Aurora
En el Paraje La Conquista, Juan Fernando supo tener mucho campo que luego de su deceso será repartido entre sus hijos.
No puedo precisar aun cuando murió Juan Fernando, pero si constatar al menos que murió antes que su esposa.
Por su parte, Paulina, la madre de todos los Bauser que estuvieron en Carhué y la zona, falleció en esta localidad ya viuda a la edad de 86 años el 2 de octubre de 1973 a causa de una obstrucción intestinal.
De su descendencia puedo comentar algo al respecto:
- Juan: Se casó en Carhué en 1926 con Ernesta Pronsati (nacida en Guaminí el 9 de diciembre de 1914) y vivió como agricultor en la estancia El Combate. Tuvieron dos hijos: Raúl, nacido en 1948 e Hilda Lelia, nacida en 1951. Juan falleció a los 54 años un 5 de septiembre de 1962 a causa de un ataque al corazón. Ernesta falleció a los 87 años en Carhué el 28 de agosto de 2002.
- Catalina: se casó en Carhué el 27 de octubre de 1932 con Alejandro Gartner, nacido en 1907 e hijo de Clemente Gartner (fallecido en Carhué en 1928) y Ana Margarita Detzel (fallecida en Carhué el 6 de mayo de 1930). Tuvieron un hijo llamado Reginaldo Gartner.
- María: se casó en Carhué en 1923 con Gregorio Jungblut, nacido en 1912.
- Pedro: soltero toda la vida, falleció a los 78 años de un paro cardio respiratorio el 9 de enero de 2001.
- Teresa: Se casó en Carhué con Alejandro Bahl (de San Miguel Arcángel) con quién tuvieron una hija: Coca Bahl. Teresa falleció ya viuda a los 71 años de edad el 1 de febrero de 1989 por insuficiencia cardíaca.
- Angelina: Se casó con Luis Gobel[iv]. Luis era viudo y con un hijo de su primera esposa, llamado también Luis. Con Angelina tuvieron una hija. Luis Falleció el 3 de abril de 2009
- Anastasia: apodada Nena, se casó con un Molinari de Espartillar, lugar donde hicieron sus vidas.
- Alejandro apodado Cacho. Falleció soltero el 23 de enero de 1996 por un paro cardio-respiratorio
- Ignacio Isidoro: Soltero, agricultor y fallecido el 2 de julio de 1971
- Manuel (Lito)[v] y Paulina, fueron solteros
- Aurora
Cabe destacar, que al menos uno de los hermanos de José Fernado también se afincó en Carhué. Se trata de Andrés Bauser, nacido en Olavarría en 1891 y casado en Carhué con Anna Bayer en el año 1921. Sin embargo, no tengo datos sobre su vida aquí en Carhué y de su descendencia.
José María
De todos los hijos de Juan Fernando y Paulina Bähr, será José María quien se instale en el Paraje Cilley arraigando así el apellido Bauser en este vecindario.
José María se casó en Carhué con Rosa Prost un 20 de febrero de 1934. Rosa, había nacido el 23 de julio de 1911 en la localidad de Saavedra (partido homónimo de la provincia de Buenos Aires). Sus padres eran Michael Prost (nacido en Volmer, Gobernación de Sarátov, Imperio Ruso en 1867 – fallecido en Carhué a los 99 años el 6 de febrero de 1967) y María Eva Hollmann (nacida en Schuck, Gobernación de Sarátov, Imperio Ruso en 1873 – fallecida en Carhué el 29 de junio de 1943)[vi].
En la segunda mitad de la década del ’30, José María y su esposa se instalaron en el Paraje Cilley. Esta afirmación es bastante exacta ya que existen unas fotos (que están en mi poder) donde se encuentra José María junto a su hijo Silverio (nacido en 1936) de dos a tres años aproximadamente, junto a la familia de Ruggero Corradini e Irene Graciosi en el campo de ambos. Es decir que, al menos para 1939/40 ya se encontraban en el paraje.
Seguramente entre esos años se haya asentado en las 150 hectáreas del acaudalado Señor Manuel García Suárez, ya qué justamente en esa misma época los anteriores inquilinos, familia Andres, lo habrían dejado al hacerse ellos propietarios de unos lotes de campo a la vera del FCC Sud. Además, ese campo se encontraba precisamente enfrente del campo de Ruggero Corradini, camino real por medio hacia el nordeste y lugar donde se sacaron las fotos.
Este cuadro lo alquiló por varios años hasta que en la década del ‘60 se lo terminó comprando al señor García Suárez. El dinero para la compra de dicho campo, al menos una parte, lo consiguió al vender los campos (no sé cuántas hectáreas) que tenía en el Paraje La Conquista, que le correspondió en sucesión de su padre ya fallecido (supongo que por este tiempo). Aunque de todas maneras dejó un cuadro de 34 hectáreas en su propiedad allí en La Conquista.
Aquí en Paraje Cilley José María y sus hijos se dedicaron a la agricultura y ganadería.
En el aspecto familiar, debemos decir que lamentablemente Rosa perdió 6 embarazos, entre ellos una nena (el tercero en perder). Cuatro nacieron muertos (generalmente por asfixia intrauterina). Luego, se encontraba Roberto Manuel nacido en 1937 pero que murió a los 7 meses el 18 de noviembre del mismo año por un síncope cardíaco. Por último, Miguel, que alcanzó a nacer, pero falleció el mismo día (26 de abril de 1947) por distocia en el parto.
A pesar de estos lamentables y dolorosos sucesos, lograron tener dos hijos. Uno fue Silverio José, nacido el 26 de enero de 1936 (tras el primer embarazo perdido un año antes). Y el segundo fue Juan Carlos (Carlitos Bauser), que nació el 1 de septiembre de 1942, luego de la pérdida de su quinto hijo.
Silverio y Juan Carlos trabajaron junto a su padre en el campo, a la vez que asistieron como alumnos en la querida Escuela Nº 2 (de chapa todavía) distante de donde vivían, a 4 kilómetros al sur. Esto tuvo que ser entre la década del ’40 y ‘50.
En 1958 la familia vive otro hecho penoso, ya que Rosa falleció a los jóvenes 46 años el 8 de enero del mismo a causa de una insuficiencia cardíaca. Su hijo menor contaba con 16 años de edad, mientras Silverio estaba a días de cumplir los 22 años.
Tras esto, al pasar el tiempo, Juan Carlos se casó en 1963 y se alejó del hogar quedándose en el campo José María con su hijo mayor, Silverio que era soltero. Juntos trabajarían el campo.
Finalmente falleció José María de un ataque al corazón (o hemorragia cerebral) en el baño de su casa (letrina) un 19 de noviembre de 1982.
Tras su muerte los dos hijos se repartieron el campo a la mitad, 75 hectáreas cada uno.
Juan Carlos:
Mucho antes de la muerte de su padre, Juan Carlos se había casado en el año 1963 con María Elena López con quien tuvo 10 hijos. Al principio vivieron enfrente de la YPF de Balercia, en Avenida Moreno. Sin embargo, esta fue una etapa donde, ya con algunos hijos, no estaban bien económicamente. Por ello, salieron a buscar trabajo al campo, en la zona del Paraje Cilley donde él nació y se crio. Dadas las circunstancias (no tenían donde vivir en el campo), le pidieron prestada la casa rural a Eduardo Corradini, en el cuadro de 50 hectáreas donde éste vivió con su esposa, ya que para esa época Eduardo se encontraba viviendo en el pueblo. Posteriormente anduvieron por otros lados de la zona.
Al morir su padre en 1982, las 150 hectáreas son repartidas entre los dos hermanos, 75 para cada uno. Juan Carlos se quedó con el cuadro de 50 hectáreas del sudeste que da al campo de Osbel Sagasti (actualmente de su hijo Jorge), calle por medio. Dispuso en ese cuadro un tanque y molino además de sembrar un monte de eucaliptus, pero no levantó casa. Silverio se quedó con las 50 hectáreas que dan al campo de Seronero. Las 50 del medio fueron repartidas así: 25 donde está la casa (parte noreste enfrente de Astoreca/Sauer) se las quedó Silverio donde vivió hasta sus últimos días (es decir, la casa paterna), y las 25 que están sobre el camino real eran de Juan Carlos, pero se las alquilaba a Silverio, explotando aquel, solo las 50 hectáreas enfrente de Osbel. A su vez, le quedaban en sucesión 17 hectáreas que su padre aún tenía en La Conquista que se las terminó vendiendo a su primo Raúl, hijo de Juan (fallecido en 1962) quién tenía campo y vivía allí.
Se dedicó a distintos trabajos hasta su fallecimiento ocurrido el 13 de enero de 1988 a causa de un ataque al corazón fulminante y de manera muy particular. Él iba por las calles de Carhué conduciendo su camionetita Siam Ditella cuando de repente sufrió el infarto y murió en el acto, motivo por el cual perdió el control de la conducción de la camioneta y se chocó con el falcón de Guillermo Narbaitz (en esa época intendente), que estaba estacionado. Tenía 45 años de edad.
Silverio:
Silverio nunca se casó y, a la muerte de su padre se quedó en la casa paterna como mencioné en el apartado anterior[vii]. Se dedicó a la agricultura y ganadería como ya lo venía haciendo con su padre en vida, trabajando las 75 hectáreas propias y las otras 25 de su hermano las cuáles alquilaba. Las 17 hectáreas que le quedaron por parte de su padre en La Conquista se las alquiló durante toda su vida a su primo Raúl, quien ya le había comprado a Juan Carlos las otras 17.
Silverio vivía solo porque nunca se casó[viii]. Un gran compañero y colaborador en las tareas rurales fue sin dudas Sergio Sauer, hijo de Vicente Sauer y Coca Kebel. Vivián en el campo de Astoreca, enfrente de Silverio, y Coca era cuñada de una tía de Silverio, Angelina Bauser, casada con Luis Gobel. A pesar de ser pariente lejano, para Silverio Sergio era su sobrino de sangre y hasta un hijo.
En el aspecto social, Silverio fue colaborador de la escuela, pero no más allá de comprar rifas y asistir a los eventos sociales de la misma.
Falleció del corazón el 26 de Julio de 1999. Días antes se había descompuesto del corazón en el campo, motivo por el cual lo llevaron al hospital (seguramente Sergio) donde se quedó internado unos días para reponerse. Al ser dado de alta, lo traían al campo, pero cuando estaban pasando frente a la casa del campo m de José Vicente (a 6 kilómetros al noreste de Carhué) se descompensó teniéndolo que llevar de manera urgente al hospital donde estuvo hasta la madrugada del día siguiente (26 de julio) cuando falleció. Murió al igual que sus padres y su hermano, por problemas cardíacos[ix].
Le dejó a Sergio Sauer, su sobrino del alma, las 75 hectáreas donde vivió toda su vida al igual que las 17 hectáreas de La Conquista. Sergio le vendió este último cuadro a Raúl Bauser, sobrino de Silverio y quien lo tenía alquilado desde hacía muchos años. Con ese dinero les compró a los hijos de Juan Carlos las 25 hectáreas que daban a lo de Astoreca (donde vivía Sergio con sus padres) para completar las 100.
Desde entonces, el apellido Bauser ha perdido intensidad en la zona, pero no se ha extinguido para siempre, al menos por ahora.
COLABORACIÓN:
- Sergio Sauer
- Claudia Gobel
- Carlos Blengio
[i] El apellido Bauser significa “campesino” ("Bauer") o “constructor/agricultor” ("bauen"), de raíz alemana. El sufijo -ser puede ser una variante dialectal o una forma patronímica (“hijo de campesinos” /” hijo de constructores”.
[ii] Jorge Enrique.
[iii] La lista de hijos mencionada aquí no necesariamente puede estar completa, pudieron tener otros hijos los cuales no fueron alcanzados por mi investigación.
[iv] Este era hermano de Coca kebel (Gobel) casada con Vicente Sauer, que vivieron en lo de Astoreca (donde antes había vivido Ruggero Corradini con su familia), que se encuentra enfrente del campo de los Bauser camino de por medio (ambas entradas están casi enfrentadas). Coca y Vicente eran muy amigos con Silverio, hijo de José María, quien vivió siempre al lado de ellos.
[v] Lito fue a la Escuela N°2 al menos un año en la década del ‘30.
[vi] Casados el 12 de noviembre de 1894 en Husaren, Gobernación de Sarátov, Imperio Ruso.
[vii] Era una persona que no le gustaba mucho los avances de la tecnología, con decir que cuando Clerysa llevó a esa zona la luz eléctrica el no quiso ponerla. Y no era por asuntos económicos porque, al ser solo tenía un buen pasar. La casa que al principio era de adobes, él viviendo ya solo la revistió con ladrillo, pero sin derribar las paredes de adobes. Era una persona muy austera a pesar de que andaba bien económicamente.
[viii] Ver de lejos andar en su Jeep verde oscuro y desgastado por el tiempo por las calles de alrededores del campo de mi familia, era una postal de todos los días. Ese Jeep se lo quedó Sergio Sauer quien lo siguió andando por mucho tiempo. Hasta hace unos pocos años aún andaba. Hoy se encuentra guardado en el galpón de Sergio (en lo de Astoréca, recordemos).
[ix] Además de problemas cardíacos, Silverio sufría de las rodillas. Por esa afección es que motivó una cirugía en Coronel Suárez.