HISTORIAS NUESTRAS Y SUS PROTAGONISTAS
Las Fábricas e industrias de Carhué. Las fabricas de materiales para la construcción.
En esta oportunidad transitaremos la evolución de las industrias que se dedicaron a fabricar materiales para la construcción. Comencemos entonces.
LOS HORNOS DE LADRILLOS
Si bien la actividad de los hornos ladrilleros no es precisamente la idea que uno tiene de una industria, lo cierto es que fabricaron, si bien en un medio y con elementos rústicos, miles de ladrillos que permitieron levantar las primeras casas del pueblo. Y lo increíble de esto es que hoy se fabrica casi en las mismas condiciones.
Remontándonos a 1976 en los momentos mismos de la ocupación del ejército al mando de Nicolás Levalle, debe decirse que el tema de la fabricación de ladrillos fue una de las preocupaciones una vez culminada la fortificación y resguardo de la posición. Este tema era de vital importancia porque estaba en juego el estado optimo de la tropa. Aquí se llegó en un ciclo húmedo y los soldados estuvieron gran parte de esos nueve meses en carpas, desprotegidos, utilizando ropa de verano y sufriendo las inclemencias climáticas, duras heladas y copiosas lluvias. En la Memoria de Guerra y Marina de 1877 Levalle comenta: “Apenas los trabajos más urgentes de defensa habían tomado algún relieve, se precedió a la fabricación de adobes y ladrillos, creándose al efecto dos pisaderos y un horno, como a cuatro cuadras distante de este fuerte, en dirección S.E., y más tarde, otros dos pisaderos y dos hornos más sobre el arroyo “Pigué”, a doce cuadras distante del fuerte, cuyos establecimientos han producido hasta hoy trescientos mil adobes y ciento treinta mil ladrillos cocidos; siguiendo su trabajo con resultado, de modo que, en breve y empleando aún más brazos disponibles, se podrá contar con otro producto igual o bien mayor, al mencionado”1 Según estas referencias podemos inferir que los primeros hornos estuvieron en algún lugar entre las actuales calles Bulevard Roca, Pedro S. Gallo, 9 de Julio y Dorrego aproximadamente. Ya los otros ubicados a la vera del arroyo Pigué tienen que haber estado ubicados en terrenos hoy ocupados por el agua o bien por lo que fue luego el tajamar del club de pesca. Ciento treinta años después existen fracciones de tierra que la bajante a erosionado dejando testimonio de que allí hubo en algún momento hornos, pues el piso está increíblemente lleno de pedazos de ladrillos, así como ladrillos quemados, pegados, torcidos, etc. Ese sitio esta ubicado debajo del terraplén entre Roca y Soldado Argentino.
De las nueve casas concluidas para enero de 1877, cuatro eran de material según deja constancia Levalle en la citada memoria: Vallejos, Uranga, Giménez, y Espina. Aclara también que había otras en construcción.2
En marzo de 1978 Levalle eleva un informe en donde dice que por las inundaciones de 1877-1878: “...se perdieron todos los adobes amontonados en los pisaderos, se derrumbaron los tres cuarteles que ya tenían sesenta varas de frente cada uno, por no haberse podido techar antes por falta de zinc,[...]. Nuestra laboriosidad en el verano anterior nos había dejado intactos cuanto treinta mil ladrillos quemados por soldados de la División, a los que, en el principio, había destinado a la construcción de la iglesia del pueblo; pero considerando después que importaba antes de todo abrigar a la tropa que había sufrido mucho durante el invierno, resolví emplear aquel material en la edificación de los cuarteles [...]. Otro inconveniente hizo que este trabajo no adelantase al par de mi deseo, porque la leña que tenemos aquí y que consiste únicamente en una raíces que hay que arrancar peniblemente del suelo, principió a escasear en las inmediaciones de este fuerte y para encontrarla en el día de hoy, es necesario ir unas tres leguas más o menos fuera de la línea.[...] No obstante esta dificultad, se han podido quemar hasta la fecha doscientos cincuenta mil ladrillos próximamente, no comprendiendo dos hornadas enteras que se perdieron por la inexperiencia de los foguistas.”3
Para esa fecha ya eran quince las casas, entre ellas las siguientes de material cocido: Enrique Rodríguez, Francisco Fernández, Durnié, Botet, Tanini, Torres, todos comerciantes. Pedro Muñoz y Pérez, Lorenzo Wintter, de rango militar.
Levalle agrega: “ Una sociedad de vascos ha establecido un horno y pisadero, y trabaja por su cuenta, suministrando a los pobladores el material necesario para la construcción de sus casas.” Carhué tenía en 1878 la suma de 59 habitantes.4
Es muy probable que esa ‘sociedad de vascos’ haya estado integrada por Antonio y Agustín Elorriaga quienes adquirieron una vez repartida las tierras una fracción lindera con el campo de Levalle y cercana al arroyo. Rubén Báez siempre hacía el comentario de que estos vascos eran los primeros fabricantes de ladrillos en el pueblo, aún cuando el ejército no se había retirado. Y efectivamente en el censo de 1896 Agustín Elorriaga figura como poseedor de un Horno de ladrillos, lo que apoya esta teoría, así como que en 1887 compraron legalmente las tierras. En el mismo censo aparece el segundo fabricante de ladrillos que se tiene constancia, don Lorenzo Grilli.5
La actividad del hornero siempre fue marginal y eso se refleja en la nula aparición de publicidades, u otras referencias en los semanarios. Una de las pocas apariciones data de 1927 cuando Pacifico Calzeta vende su horno de ladrillos frente a la “Usina del Molino Harinero6, cercano o el mismo probablemente de Elorriaga, pues en la Guía del FFCC Midland de 1930 no figura este. Figuran en la misma los señores Juan Gioberchio, José A. Pérez, Miguel Perelló y Pacífico Calzeta en el rubro ‘Hornos de Ladrillos’.7 Para 1947 en un anuario similar solo figuran los dos primeros. 8
Al parecer la ubicación de los primeros hornos de dio en las cercanías al Arroyo Pigué, mientras que luego se trasladó al lado opuesto, hacia el norte del pueblo, en las inmediaciones del Haras Narbaitz, seguramente por la accesibilidad del agua de napa, necesaria a la hora de confeccionar el adobe.
Cuentan que con Epecuén en funcionamiento a pleno en los setenta había como quince hornos en funcionamiento. El oficio siempre pasó por varias generaciones, incluso llegando a hoy. Así apellidos como Juárez, Novak, Freites, Coria, Ebertz son sinónimos de familias de horneros de larga data. 9
La actividad ladrillera tubo su punto más álgido cuando en 1993 el vecino Fidel García en el predio del Parque Industrial instala la “Ladrillera Carhué” un intento de industrializar esta actividad con material de excelente calidad, pero que no prosperó. 10
Con la inundación de Epecuén los horneros que se mantuvieron en actividad se vieron obligados a buscar en primer lugar nuevos sitios para extraer tierra, ya que no es conveniente sea salitrosa. Hoy se compra tierra lo que hace que se encarezca y sea poco redituable. La aparición del ladrillo cerámico fue el principal detonante de la caída de la actividad. Hoy apenas quedan dos o tres hornos funcionando que abastecen al pueblo.
LAS FABRICAS DE MOSAICOS
Las fábricas de mosaicos fueron muy importantes otrora. Probablemente muchos de los pisos de las casas antiguas del pueblo hayan salido de éstas, dando color y variedad de diseños a las mismas.
La primer referencia la tenemos de 1924 cuando Julio Teodori, constructor albañil del pueblo, publicitaba en el Álbum Radical la venta de sus productos. Denominada pomposamente “La Perla del Sud” se especializaba en “Mayólicas Y Azulejos, Escalones Y Mesas De Granito Para Jardines, Tinajas De Pórtland, Balaustras Surtidas. Construcciones En General, Especialidad En Trabajos De Cemento Armado Y Graníticos Sobre Cualquier Dibujo” publicitaba. Por esa fecha estaba ubicada tanto la fábrica como el escritorio al frente del Hotel “Lago Epecuén”(hoy el Paseo de Compras y antes Agencia Jhon Deere.)11 Para 1936 había trasladado su fábrica a la calle Pueyrredón, a dos cuadras de la estación del FFCC en donde además poseía dos propiedades, una de las cuales hoy ocupa la Centro de Día Mimos.11bis
La otra fábrica de Mosaicos existente en 1924 era “El Porvenir” de la firma Pascual D. Ardissono & Cia, integrada también por Francisco Fasoli. Ardissono se desempeñaba desde 1891 ya como constructor, según consta en archivo del museo.12 Durante los veinte fueron los constructores del Chalet de Razquin, del edificio actual de la Biblioteca Pública, del ensanche del Palacio de Gallo y de la Sociedad Italiana, etc, lo que hace suponer que muchos de los pisos allí existentes hayan salido de su fábrica.
Hacia 1935 existían también, en calle Pellegrini al 1262 la fábrica “El Progreso” de Juan Vago, la que en diciembre es heredada por su sucesor Ángel A. Vago13 y “La Industrial” de José Sica.
LA INDUSTRIAL
Desde 1931 dn José Sica, pintor de oficio, comienza a fabricar mosaicos en una quinta de Villa Azul. Alrededor de 1938 traslada su fábrica a Pueyrredón y 25 de mayo y dos años más tarde adquiere ya la propiedad de calle San Martín, en donde sus sucesores, 75 años después continúan con el rubro de la construcción14, aunque no la fabricación de mosaicos, que cesó en 1977.15 Según crónica, allá por 1948, debido al crecimiento y prestigio de la fábrica se había llegado a tal punto que “...que su actual producción no alcanza a satisfacer ni siquiera medianamente la enorme demanda de materiales. Con tal motivo, el Sr. Sica ha ampliado las instalaciones de su establecimiento industrial, agregando nuevas maquinarias y dependencias, las que entrarán en funcionamiento dentro de pocos días...” 16 Muchos años después, en 1967, Sebastián Sica, hijo de José instala una fábrica de Granito Reconstituido, produciendo “Monumentos, Nichos, Mesadas, Umbrales Y Revestimientos De Frentes”, estando ubicada en Alsina e Yrigoyen.17
Antes, en 1954 abría sus puertas la fábrica “LA COMERCIAL” en H. Yrigoyen 968 propiedad de Noel & Martínez que fabricaban mosaicos graníticos y calcáreos, mesadas de graito y efectuaban pulimentos. .18
Retomando los sesentas, en 1967 encontramos que abre sus puertas en Yrigoyen y Rivadavia la fábrica “San Cayetano” de Cacho Rodríguez, quien venía de una tradición familiar del rubro textil, con la fabricación de Alpargatas.19 Luego se traslada la fábrica a Epecuén.
INDUSTRIAS DEL CEMENTO
La firma Fasolo Hnos fue las más importante empresas constructora que existió en el pueblo. Ubicada en Mitre al 650 producían mosaicos, baldosones, bebederos, etc. Muchos de sus obreros por separado continuarían con el rubro, caso Gobel quién confeccionaba Bloques o Bloks, baldosones, bebederos, etc. durante los 70’ y 80’s en Belgrano 542.
En 1968 Aníbal, Miguel Ángel y Luis María Cariac fundaban la firma “Aníbal Cariac e Hijos. Industrias del Cemento” quiénes también habían pertenecido a la firma Fasolo. Elaboraban premoldeados de hormigón, bebederos, tanques australianos, piletas de natación, bloques, tapiales de cemento desarmables, planchas de hormigón, comederos, pisos de galpones, baldosones, etc. Primitivamente funcionó en un establecimiento de calle Alsina, para luego en 1973 trasladarse Colón 1431 en donde funcionó tanto la fábrica como el local de ventas y administración.20
También el sr. Núñez fue fabricante de baldosas y piedras graníticas en Alsina 1250.
Otros nombres que surgen de la actividad son Derossi con Premoldeados en Roca al 1250, ‘Cacho’ Soteras con Mesadas y Mesas de Granito Reconstituido en 9 de Julio al 900, al igual que Jorge Cariac en Lonardi al 800, todos hoy en actividad. En los 90 la familia Kreder bajo la firma ‘Sil-Cris-Mar-comienzan con la fabricación de baldosas y baldosones teniendo su planta en la actualidad en Colón al 1481.
Durante los años 2000, nacieron dos empresas que fabrican premoldeados las que se denominan “C.H Premoldeados” de Cesar Heim, ubicada en 25 de mayo 1535 y “299 Premoldeados” de Cocucci Hnos en Avellaneda y Belgrano. Conocedores de que seguramente muchos otros emprendimientos han quedado fuera de este breve racconto, esperamos que nos lo haga saber y que en el futuro alguien tome la posta y se lo mejore. Hasta la próxima.
GASTON PARTARRIEU
PUBLICADO EN SEMANARIO NUEVA ERA Nº964 DE 2007
1 La Nueva Línea de Frontera. Memoria Especial del Mtro. De Guerra y Marina. Año 1977. Colecc. Lucha de fronteras con el indio. Eudeba. 1977. p140
2 Idem Ant. p. 141.
3 Piccinali, Héctor Juan Crnl.. “Vida del Tte. Gral Nicolás Levalle.” Circulo Militar. 1982. p.147
4 Idem Ant. P. 148-149.
5 Guía Desconocida. Censo 1895
6 Semanario “El Pueblo” Nº27 de 1927
7 Anuario FFCC Midland 1930.
8 Guía Comercial FFCC Sud, Oeste y Midland Nº 16. Año 1947
9 “Nueva Era” Nº 907 de 2006. Secc. “Desde Afuera”.
10 “Nueva Era” Nº 256 de 1994
11 Álbum Radical 1924.
11bis Revista “Museos del Desierto” Nº 2. “Recuerdos del Barrio de la Estación” p.3
12 Archivo Museo. D-254. Constancia de Constructor
13 “El Pueblo” Nº 445 de 1935
14 “Nueva Era” Nº 921 de 2006
15 Enciclopedia Industrial, Comercial y Agropecuaria. Empresas del Partido de Adolfo Alsina. 1980.
16 “El Pueblo” Nº 1077 de 1948
17 “El Pueblo” Nº 1768 de 1967
18 “Alerta de Carhué” Nº 23 de 1954.
19 “El Pueblo” Nº1767 de 1967
20 Enciclopedia Industrial, Comercial y Agropecuaria. Empresas del Partido de Adolfo Alsina. 1980.p15