EL SEMANARIO EL PROGRESO

Gastón Partarrieu
el Progreso carhue semanario manoni ponti

15 de enero de 1911

APARECÍA EL SEMANARIO “EL PROGRESO”

Fue el decano del periodismo de antaño, pues casi llegó a las 4 décadas, record solo superado por “El Pueblo”. Era impreso en la imprenta homónima ubicaba en calle Mitre 1389, frente a la Casa de la Cultura, quedando hoy tan solo los escombros. Debe su nombre a los ecos del centenario de la República, plagada de aires de progreso. Fue su fundador Pedro Manoni Ponti, quién fallece en 1926, continuando con la imprenta su hijo Umberto. Si bien se conocen pocos ejemplares, pasó por varias tendencias políticas lo que le hicieron sumar y restar muchos adeptos, incluso ganarse un enemigo como el colega “El Pueblo”, con el que tenían terribles disputas editoriales.

El Progreso se continuó por más  de 37 años, siendo el último que se conoce el Nº 1970 del 25 de mayo de 1947.

“EL PREGRESO” SEGÚN “EL PUEBLO”

En 1940 éste último titula “Prensa Camaleona. Un espécimen local” y luego de explayarse en los objetivos de un semanario, su criterio recto y definido y en la defensa de intereses generales, comienza diciendo: “Bajo estos principios nos sentimos reconfortados íntimamente pero no podemos dejar de señalar la prensa mercenaria y camaleona que desvirtúa la concepción noble del periodismo. Ahí está por ejemplo el caso del semanario “El Progreso” que muchas veces intentó agraviarnos sin conseguirlo porque le faltó base moral a sus escritos venenosos y porque estamos colocados en un plano superior de honradez, dignidad e integridad hasta donde no podían llegar esos agravios. [...] El Progreso en sus principios fue un digno periódico que defendió intereses colectivos y actuó con integridad por causas superiores. Fue también un valiente defensor del radicalismo cuando en sus páginas se advertía el sentimiento espiritual de aquel gran radical que se llamó Pedro Manoni Ponti –fue secretario municipal del Int Erize y promotor del vivero municipal n.a.- [...] Ese periódico batió palmas a todos los hombres más representativos del radicalismo de Adolfo Alsina. Un elogioso comentario le mereció la actuación del Dr. Dr. Razquin cuando terminó su mandato de Director General de Escuelas. Y por esos tiempos “El Progreso” prestigió a capa y espada la fórmula radical Crovetto-Garralda y la lista de legisladores de nuestro partido. Era entonces “radical”. Producida la revolución de Septiembre –1930 n.a.-, ese periódico cambió instantáneamente de color político, convirtiéndose en furioso defensor del golpe Septembrino. Cuando las ventajas de ese motín cayeron en poder del conservadorismo, “El Progreso” se orientó hacia ese partido y defendió la fórmula Santa Marina- Pereda. Luego se apoderó de sus páginas un antirradicalismo cien por cien y al defender la política del fraude y la violencia, atacó sin razón a todos los hombres dignos del radicalismo y sobre todo a los Doctores Razquin y Erize, a los señores Narbaitz, Altube, Hernadorena, Montenegro etc. etc.   Lo mismo hizo por pasión política con la digna y benemérita Sociedad de Beneficencia de Adolfo Alsina.

Pero no paran ahí sus cambios de color y de posición. Defiende al Partido Demócrata Nacional, pero cuando en el orden local pierde el oficialismo una elección interna de comité, para seguir en el calor oficial y la prebenda, deja de titularse defensor de ese partido y defiende al conservadorismo dueño de la comuna que se titula Unión Popular. –fracción que encabezó Juan Marcalain luego de perder una interna n.a.- Producido el desastre que para los conservadores significó la intervención –1940 n.a.- “El Progreso” ya no defiende más a esas agrupaciones políticas y desensilla hasta que aclare. Y se titula “defensor de los intereses generales del partido”. Ahora no tiene color político y es tan “imparcial” que ni sabe que hay una nueva autoridad municipal, que alguna noticia o comentario tendría que haberle merecido.-había sido designado Pedro Martín Narbaitz, radical- n.a.1

ENEMIGOS IRRECONCILIABLES DESDE 1930

En los sucesos de la caída radical de 1930 y cuando “El Progreso” se pliega a esta fracción comienzan las reyertas entre ambos semanarios. Si bien estas disputas nos llegan de un solo bando, pues solo existen algunos ejemplares semanario de Manoni Ponti, en sus líneas siempre se traslucen o explican los motivos de la cuestión. Así decía “El Pueblo” en la edición del 29-11 de 1930: “ ‘Vuelta la mula al trigo’ exclamaría cazurramente el Viejo Vizcacha, al leer el articulejo que bajo el título ‘Lo Previsto’ publica en su último número el periódico “El Progreso”, restos dispersos y fragmentarios de cosas escritas en otras épocas y que bien adobadas y acondicionadas, le sirven para preparar el precitado artículo.

No es la originalidad, precisamente la condición del colega, que hoy como ayer, ha sido el divulgador barato de toda información agena, y el Ministerio de Agricultura de la Nación, ha tenido un fiel colaborador en la tarea de dar a conocer al público, el vasto repertorio de su Boletín oficioso.

Si la “tucura” pudiera ser exterminada por la eficacia de una campaña periodística, nosotros aseguramos que hoy día no quedaría rastro viviente de ese voraz acridio en todo el país: tal ha sido la formidable y tenaz campaña periodística que durante dos años consecutivos mantuvo el infatigable colega, que durante ese lapso de tiempo, se trascribió íntegro el Almanaque del Ministerio de Agricultura, ensañándose con el ausente animalito.

La cría del gusano de seda y la vulgarización científica de la forma de poblar el Lago Epecuén con gérmenes de pescado, han tenido en el colega, un partidario decidido.”2

Así los lectores de cada bando debían esperar semana tras semana las replicas a las acusaciones que esgrimían los cronistas de cada semanario, algunas como estas de mucho humor irónico.

EL PROGRESO EN 1943

En dicho año y bajo el título de “Cambio de Rótulo” el semanario radical comenta: “El Comité del Partido Demócrata Nacional local está debatiéndose en una orfandad que mueve a compasión. No solo porque el movimiento del 4 de junio dio en tierra con su predominio fraudulento en la cosa pública, por el desbande de sus huestes y otras desgracias, sino también porque ha perdido a su valiente defensor – y usufructuario según dice desde los últimos tiempos: el periódico “El Progreso”.3 

Y remata diciendo...” Este semanario, que desde 1930, salvo escasos periodos siempre “defiende”  al que está en la comuna, después del 4 de Junio último no cantó más loas a Castillo –Presidente de la Nación n.a. ...” [...] “Después del 4 de Junio ‘El Progreso’ es legalista, es partidario de la moral política, de la decencia administrativa, del respeto a las leyes, etc.”4

SEGÚN EL PROGRESO

Allá por 1945 cuando el P.E. nombraba comisionado al Dr. Arabetti, de afiliación radical, la UCR nacional emitía una resolución impidiendo la aceptación de cargos públicos de afiliados. Por ello el partido le pedía que renuncie al cargo o a la afiliación. Por su parte “El Progreso” descargaba su tinta comentando “...la incapacidad manifiesta para estar al frente de una comuna de la importancia de la nuestra.”10. En la sección de rumores, titulada “Entre Mate y Mate”,  un muchacho hablaba con el paisano Don Amancio, conocedor de las cuestiones políticas y que ventilaba a destajo rumores políticos del momento y en especial de la oposición: “ –Y Ud. que todo lo sabe no me podría informar algo sobre lo que se dice de un nuevo Juez de Paz suplente?

-Cómo no! El asunto se ha mantenido en mucho secreto, parece que para algunos el ser Juez de Paz suplente, significa algo muy grave. Según noticias fidedignas fue designado para ese cargo el Director del periódico “El Pueblo”. Cosa rara; nó! De que ese periódico nada ha dicho. Antes, en mis tiempos, esa designación era motivo de orgullo. Hoy parece que nó.”11Cada edición abría nuevas disputas, y en ello “El Progreso” hacía punta, siempre.     

En 1947 se debatía la Expropiación del Lago  y las instalaciones de Minas Epecuén y “El Progreso” esgrimía que el mencionado proyecto era un negociado, acusando al Diputado Provincial peronista Héctor Bosco y al par radical  Luis C. Vera. Éste último en solicitada argumentaba: “[...] Es por ellos y por Ud. –refiriéndose al pueblo de Carhué y a  J. Wenceslao García miembro del comité local n.a- por los que saldré a la liza para aplastar a un deslenguado irresponsable, que si tiene cuestiones con el señor diputado peronista Héctor Pablo Bosco, no tiene porqué involucrarme en sus pleitos domésticos, aunque hilando fino, creo entrever un ataque a dos alas, al peronismo y a radicalismo, por ser, según se me informó de filiación conservadora...” 6   

Por este tema y vaya a saberse a que territorio fue a parar la disputa, Manoni Ponti efectúa una denuncia penal que es reproducida por “El Pueblo”. Aparecida originalmente en La Nueva Provincia como nota, relata la denuncia efectuada en el juzgado del Crimen a cargo del Dr. Manuel Félix Santos, solicitando “...garantías para su persona y por tener conocimiento de que es propósito incendiarle el diario “El Progreso”, del que es propietario y que edita en Carhué. El firmante advierte al magistrado que se hace responsable, en caso de que se lleve a cabo el atentado a un legislador provincial y al comisionado municipal de ese punto”  5 Sin duda se refiera al Diputado Héctor Bosco y al Comisionado Eliseo Rettori.

Manoni Ponti por entonces contaba con 61 años y muchos de pelea  por mantener su fuente laboral.  Esos días quizá fueron los postrimeros, pues justamente coinciden con los últimos semanarios conocidos editados por la imprenta. Desde 1926 mantuvo casi siempre la dirección del mismo, salvo en algunos períodos, como por ejemplo el de mediados de los treinta, cuando deja la dirección en manos de Juan Félix Williams7, conservador de la primea hora.

En 1923 fue uno de los jóvenes fundadores e integrante dela comisión del Racing Club.

Quizá algún día aparezcan a la luz algunos ejemplares más que nos puedan aportar mayor información sobre su propietario y el desarrollo del semanario, pues por ahora solo podemos contar la historia desde la vereda de enfrente.  

LOS MANONI PONTI

Umberto Manoni Ponti nació en Rauch del matrimonio conformado por Pedro Manoni y Luisa Ponti, fallecida allí en 1937. Umberto nació en 1886 y se trasladó a Carhué con su familia y algunos hermanos, fundado su padre en 1911 el Semanario, falleciendo en 1926, tras de 15 años en la dirección. Ironías del destino hicieron que cuando fallece Doña Luisa Ponti en 1937 deban juntarse en el sepelio el nieto de Luisa, J. Wenceslao García, radical y director por entonces del “El Pueblo”8 y Humberto, su acérrimo enemigo.

En los libros de cementerio de Carhué aparecen varios registros sobre dicho apellido: Año 1919, Manoni Ponti, Pedro, Argentino, 36 Años, Cuartel 1º -probablemente hermano de Umberto e hijo de Pedro y Luisa; Año 1940, Manoni, Silvio, Argentino, 60 Años, Cuartel 1º. –Prob. otro hijo de Pedro y Luisa.9   Año 1934, Manoni Ponti Humberto Eduardo, Argentino, 22 Años, Soltero, Empleado, Cuartel 1º; -Muy prob. sea hijo de Umberto.                   

 PUBLICADO EN SEMANARIO NUEVA ERA Nº 929 DE ENERO DE 2007

1 Semanario “El Pueblo” Nº668 de 1940

2 Semanario “El Pueblo” Nº198 de 1930

3 Semanario “El Pueblo” Nº827 de 1943

4 Semanario “El Pueblo” Nº827 de 1943

10 Semanario “El Progreso” Nº 1890 de 1945.

11 Semanario “El Progreso” Nº 1890 de 1945.

6 Semanario “El Pueblo” Nº1012 de 1947

5 Semanario “El Pueblo” Nº1009 de 1947

7 Semanario “El Pueblo” Nº534 de 1937

8 Semanario “El Pueblo” Nº541 de 1937

9 Registro de cementerios. 1915-1942.

manoni Ponti el progreso

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